Inquieto de que juegues conmigo al escondite entre nubes y caprichosos ciclos y he decidido ponerte vigilando el amanecer y de espaldas a poniente en acero para tenerte siempre presente.
los romanos te intuyeron y luminosa nombraron
mare nostrum comerciando
medio mundo pintaron
cobardes de medio pelo
que al llegar al oceano
non plus ultra finiquitaron.
tu dueña de mareas
de olas , de sombras
galopando con el viento
iluminado desiertos
acurrucando sueños
No hay comentarios:
Publicar un comentario